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38. Año 144.

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¡La pelirroja teñida de rubia ha vuelto! Que me he quedado dormidísima por las esquinas, pero no me olvido de los acontecimientos que han ocurrido en mi ausencia.

En primer lugar, el nacimiento de Léa. Esta vez sí que prometo que me portaré genial para que LeoLeito no me haga más bebés *lalala*, y no porque no nos gusten (que a la vista está que se nos da genial hacerlos), pero esto de pasar a familia numerosa está ya bien, que a ver luego cómo sacamos hueco para nosotros *morritos*.

Léa ha venido a revolucionar una vez más nuestras vidas y la de sus hermanos, Leire de momento parece haberse tomado bien la noticia y Thiago poco entiende, pero por suerte es mucho más tranquilo que el terremoto rubio y eso ya es una gran ayuda. Pequeña pelirroja y última del linaje Wesley Amarita, te adoro con todo mi corazón. Mamá siempre estará a tu lado, nunca te faltará una sonrisa en la cara porque de eso ya me ocuparé yo, aunque tenga que ser a base de chistes malos y jamás de los jamases te faltará el amor.
Te queremos con infinita locura.



¡LeoLeito! Te has pasado a los veintiocho y siento decirte que ya estás más cerca de los treinta que de los veinte *lalala* Ahora no vengas a decirme que yo también, ¡¡porque de espíritu sigo en los deciséis!! *te miro mal porque ya nos conocemos* El caso es que has cumplido añitos, me debes una ruta y... ¡otro ramo de flores! No preguntes, me lo debes y punto xD

Estoy muy feliz de ver pasar otro año más a tu lado, esta vez como tu mujer. Sé que a veces funcionamos como una montaña rusa, que tenemos subidas y bajadas pero espero que podamos seguir disfrutando juntos del viaje. ¡Te adoro! Felices veintiocho, gruñón.

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