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Algo imposible es posible

La vida volvió y le encontró el sentido a caminar, al volver a andar, a marcar la marcha de este sendero. Un sendero que se volvió de total libertad cuando en el espacio que recorría se cruzó conmigo un alma buena, un alma noble, un alma que dejando atrás todo de ella, prefirió volverse mi guía, mi luz, la esencia de esta alma que hoy quiere darle todo el sentido que ella merece.

Solemos decir que la vida nos marca un camino, que nos empuja y nos lleva a recorrer senderos muchas veces extraños para nosotros y a eso le llamamos destino, porque así está determinado y preferimos no escapar de él porque no se puede. Pero estoy convencido que no es destino, que no es más que nuestras propias acciones, y lo que nosotros hacemos, lo que marca el camino que deseamos recorrer y eso me está demostrando la vida hoy.

Hay personas inigualables, fuertes y sensibles, guerreras en unas y en otras, en las que muchas veces sólo necesitan ser protegidas. Y son esas personas que de a poco y sin darte cuenta, las que le dan el sentido a todo. Las que sin decirlo y sin esperarlo, llenan cada espacio como un complemento que llenan los ajenos y los propios, porque sin querer un día se dan cuenta que encajan a la perfección.



No esperé en la vida esto, jamás me lo pude imaginar y aún me parece imposible de creer.

Mi mente parecía apagada y de pronto apareciste tú, como un faro en el horizonte para guiar mi rumbo, para no dejar que pierda mi camino, y para formar siempre parte de él.

A ti, te doy las gracias por estar hoy presente.