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Dulce halloween

No es secreto para nadie que adoro estar en Turquía y este halloween es especial porque estoy en Esmirna! La energía de estas ciudades siempre me seduce y me enamora, algún día hasta creo que compraré una casa aquí.

Llegar al hotel siempre es un acontecimiento porque los fans de alguna manera saben en qué hotel estaremos y están esperándonos con pancartas, regalos, abrazos y mil demostraciones de cariño, y hoy no fue la excepción. Un grupo de fans nos estaba esperando y como aún la hora del concierto estaba distante, quise quedarme a compartir un rato con ellos.

Fuimos a un bar cercano. Pronto me brindaron bebidas y algo de comer, acepté la bebida pero decliné la comida. El barman sirvió el vino frente a mi, y desde que abrió la botella supe que algo no andaba bien. Un olor acre inundó el lugar y por las expresiones de mis acompañantes me di cuenta que solo yo lo notaba. La copa estaba frente a mi, acompañada de una sonrisa de parte del barman. Seguí conversando con los fans y en un descuido tumbé la copa al piso, no me iba a tomar lo que sea que me iban a dar, a lo que insistieron en servir otra copa más, pero les dije que podría tocar algo para ellos del nuevo single si tenían un violín o una guitarra.

Mientras estaban distraídos buscando el instrumento aproveché para tirarlos al suelo, uno a uno, beber un poco de sangre de todos y por fortuna fue suficiente para que quedaran dormidos, a excepción del barman, que miraba con horror lo que sucedía.

Me acerqué lentamente, saboreando su miedo, viendo su expresión desencajada, intentando huir, pero él y yo sabíamos que eso no iba a suceder, lo que me venia perfecto porque mis reservas de viales han estado algo bajas desde hace un tiempo. En un instante estaba bebiendo su preciosa sangre y cuando el sueño fue cayendo sobre él, fui llenando algunos viales con una gran sonrisa.

¡Feliz halloween!