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S̵̢̻̪̩̳̘̫̖͔̈́͜iempre con cara de circunstancias | 1/2

—"𝐈gual no llega el día y te vuelvo a dejar congelado preguntándote yo porque me da un arrebato de amor, así que cuidadito con provocármelos" me dijo mi Raven un día hace unas semanas atrás y yo, que no sé ser de otra forma con ella que no sea explotar de amor como si fuera el último día de mi vida o por vivir en el increíble País de los Besos Infinitos siendo su ciudadano honorífico o por andar total y completamente embobado alrededor de ella como un satélite natural a la atrayente gravedad de su planeta, viví paralizado y con mucho miedo de que llegara un día y me lo propusiera antes que yo a ella. Por eso, todas las caras de circunstancias del mundo las tuve yo este año al ver su regalo de SV. Más o menos así:



Es verdad que ya nos hemos casado imaginariamente y que a través del tiempo me he ido enterando cómo fue ese casamiento del cual ni siquiera fui consciente. Fue apenas llegué al hotel donde me invitó a mirar series la primera vez que nos conocimos (sí, esa mujercita me hizo el cuento de ver Netflix y al final ni prendimos la TV XD. Fui demasiado inocente, aunque ella también; no tengo quejas jajaja). Dijo que cuando vio cómo era y los nombres de hijos que se me ocurrieron pensó "Qué lindo, pues nada, me lo quedo. Es mi marido ahora" y yo sin saber e intentando conquistarla cuando ella ya había tenido casamiento imaginario y todo conmigo, seguramente en plena luna de miel y por eso... ejem. Que no hubo discurso porque yo estaba medio dormido y le iba a dar vergüenza decir algo delante de quien nos estaba casando "yo hablando y tú solo diciendo que sí aceptabas. Oh no, qué vergüenza, no, no" jajaja.

También es verdad que no solo nos hemos casado imaginariamente una vez, en realidad han sido dos veces. La segunda vez duró menos de medio minuto cuando fuimos a cazar zombies. >